El equipo del país de los kiwis sorprendió al mundo cuando anoto el primer gol a la defensa italiana. Gol bien fiel a su estilo de poca idea de football, tras un tiro libre espantosamente ejecutado, error del rival y con flor de offside de su delantero, Smeltz.
Italia no salio con todo, porque no sabe atacar. Pero en una de esas se le dio por tirar un centro el cual De Rossi aprovecho...No anotando el gol. Lo aprovecho para tirarse a la piscina y que el juez tenga un fundamento para cobrar un penal y poner un equilibrio universal y cósmico que se podía romper si los "All White" le ganaban a los tanos.
El penal fue rematado por Iaquinta, que últimamente solo hace goles de jugadas en los partidos que juega los viernes de football cinco con su cuñado.
A pesar de que hubo unas atajadas del portero kiwi y unas pelotas en los palos, el partido fue aburrido y esta bien el empate. Un empate que no es heroico para Nueva Zelanda porque Italia da lástima.
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